miércoles, 26 de octubre de 2016

Mi experiencia al salir de Maiquetía


El año pasado presencie como en migración le quitaban a un chico parte de sus dólares por no tener un "supuesto justificante" que reflejara de dónde había obtenido los dólares que llevaba en su cartera. Lo cual es totalmente absurdo, por ley uno puede sacar hasta 10.000$ sin hacer declaraciones, pero como todos sabemos en Venezuela las leyes no se respetan.

Al ver aquella experiencia y leyendo artículos sobre supuestas extorsiones de alcabalas vía al aeropuerto me dio miedo mi salida migratoria. Tenía casi todos mis ahorros en efectivo, por no decir todos. Había trabajado duro e hice muchos sacrificios para tener una pequeña base económica. No podía correr el riesgo de quedarme sin mi dinero ¿cómo iba a subsistir sin él?


Así que pensé en una vía segura para sacar mi dinero. A la hora de emigrar siempre tenemos que tener plan a, b, c y hasta z ante cualquier posible situación. Actué preguntándoles a mis amigos más cercanos quienes tenía una cuenta bancaria en mi país de destino (España). Al enterarme de alguien de mucha confianza sin pensarlo dos veces le propuse darle mi efectivo y que él me lo transfiriera apenas yo tuviera una cuenta allá. Me quedé solamente con una pequeña cantidad para mis primeros días en Madrid. Nota: antes de llegar a este acuerdo me aseguré directamente con los bancos cómo era el proceso de apertura de una cuenta y si mis condiciones eran aptas.

Al tomar aquella decisión me quede más tranquila al momento de emigrar. Pero no totalmente ya que como todos sabemos en Venezuela puede pasar cualquier cosa absurda de la noche a la mañana: cancelación de vuelos, cierre de frontera aérea, distintos tipos de extorsiones, etc.

Pocos días después llegó el día de mi viaje, mi vuelo estaba pautado con escala a Miami para las 2:00pm por lo que mi familia y yo decidimos bajar desde Caracas a primeras horas de la mañana. Durante el trayecto no me llegó a parar ninguna alcabala, pero al entrar en migración si me revisaron mi equipaje de mano, pieza por pieza, me hicieron chistes burlones con las palabras textuales “¿estas nerviosa? Debes tomarte un calmante”.  Después de veinte minutos de estar revisando cada detalle de mi maleta, en la que llevaba mis documentos apostillados, una muda y mi laptop, me dejaron pasar. Gracias a Dios no me quitaron nada.

Si me preguntan considero que salir de Maiquetía es una lotería, puedes pasar ileso como también te pueden quitar dinero. Para ello mi recomendación es viajar lo más sencillo posible, tomar todo tipo de precauciones y pensar más rápido que ellos. 

sábado, 30 de julio de 2016

Efectos psicológicos de emigrar


Investigando sobre la migración y sus consecuencias psicológicas me encontré con teorías y conceptos que pueden servirte de ayuda para comprender mejor las fases por las que estás o vas a pasar.

Del primer punto del que quiero conversar es sobre el duelo, conocido como el proceso de pérdida de una persona, objeto, evento o lugar significativo.

El duelo por migración tiene las características de ser parcial, no se ha perdido del todo la familia, lugar, cultura, amigos, no hay una pérdida definitiva. Pauline Boss (2002) le llama pérdida ambigua.  Es también recurrente porque cada vez que hay comunicación o se vuelve de visita se reinicia el sentir del duelo. Es múltiple porque se pierden muchas cosas a la vez. Es ambivalente porque se vive entre dos lugares, entre lo definitivo y lo transitorio.

Algunos autores clasifican en fases o etapas cada uno de los procesos que puedes ir viviendo durante la migración. J. Bowlby (1983) planteó cuatro fases:

1. Negación: no aceptas la realidad del cambio o la niegas.

2. Resistencia: donde presentas añoranza, inquietud física y pensamientos acerca de lo que has dejado, protesta y queja ante el esfuerzo que supone la adaptación, las dificultades y retos a los que debe enfrentarte como emigrante.

3. Aceptación: te ves integrando a  tu nuevo entorno.

4. Restitución: por último tienes una reconciliación afectiva regresando así a tu estabilidad.

Por último, nos encontramos con el síndrome de Ulises, un cuadro reactivo de estrés ante situaciones límite que no pueden ser elaboradas. No es el duelo migratorio clásico, sino una variante extrema que afecta a los inmigrantes que están situaciones extremas. Se diferencia de los trastornos depresivos porque la tristeza es un duelo extremo, un pesar intenso, más en la línea de la desolación, el emigrante mantiene sus deseos de luchar, no pierde sus intereses, mantienen la autoestima, el emigrante esta caído, pero no vencido. 

viernes, 29 de julio de 2016

¿Qué debes saber antes de emigrar?


Antes de empacar tus maletas y montarte en el primer avión que veas debes tomar en cuenta los siguientes ítem:

Cómo es el país

Investiga a profundidad sobre su economía, gobierno, cultura, clima, servicios, sanidad, seguridad, vivienda, trabajo, etc. Alguna de las preguntas que te puedes formular son: ¿tiene un gobierno y economía estable? ¿cuál es su idioma y moneda oficial? ¿cuánto es el costo vida mensual? ¿cómo es el proceso para alquilar una vivienda? ¿cómo es la atención hospitalaria? 

Para finalizar realiza una lista de pros y contra que te permita elegir la opción que se adapta a más a tus necesidades y creencias.

Presupuesto

A la hora de emigrar debes sincerarte con tu presupuesto. Establecer cuanto es el costo promedio mensual de vida y si te alcanza para ello. Es importante tener una fuente de ingresos o ahorros que te permitan mantenerte los primeros meses antes de conseguir empleo.

Para combatir la inflación venezolana te recomiendo ir ahorrando mucho antes de tu viaje en la moneda de tu país destino, así sea de cinco en cinco dólares.

Legalidad

Como dice un refrán muy famoso “lo que empieza bien termina bien”. Estar legal aumenta tus probabilidades de éxito. Con ello no me refiero únicamente a la nacionalidad, residencia o visa; poder legalizar tu profesión es algo que debes tomar muy en cuenta si quieres ejercerla.

Visita directamente los portales y los entes gubernamentales para obtener información de fuentes oficiales.

Zona de confort

Tus hábitos, costumbres y estilo de vida van a cambiar. Debes estar dispuesto a experimentar nuevos retos y salir de tu zona de confort.

Recuerda que vas a vivir nuevas experiencias que formarán parte de tu crecimiento personal.

No olvides que nada es imposible, si lo deseas trabaja por ello.